Hace poco más de un mes, falleció Susan Wojcicki, una mujer que, al hablar de internet y, en particular, de las redes sociales de video, se ha convertido en un referente indiscutible. Susan ocupó la máxima responsabilidad en YouTube durante nueve años, periodo en el que tomó decisiones que transformaron nuestra relación con la información digital.
Sin embargo, en este artículo queremos centrar nuestra atención en una mujer igual o incluso más interesante: su madre, Esther Wojcicki. El proverbio bíblico dice "por sus obras los conoceréis", pero en este caso lo invertimos: al conocer el fruto, nos interesamos por el árbol del que proviene.
Esther Wojcicki es, sin duda, una intelectual fascinante. Posee una característica cada vez más relevante y desafiante: la dualidad de ser madre trabajadora. Lo extraordinario es que, al desempeñarse en el campo de la educación, se puede observar cómo ambos roles se retroalimentan, generando resultados valiosos. En su caso, esto se refleja tanto en el papel clave que desempeñan sus hijas en diversas áreas como en su proyecto del Programa de Artes Audiovisuales del Instituto de Palo Alto. (Aún nos queda por conocer una tercera faceta: la de abuela, véase @commonwealthclubworldaffairs)
Esther ha resumido sus métodos en un elegante acrónimo que, lamentablemente, no es traducible: TRICK, que en inglés significa "truco". Se compone de cinco conceptos sencillos que cualquier persona que conviva con niños debería tener presentes y tratar de aplicar. A continuación, ofrecemos un breve resumen de cada uno, invitando al lector a consultar el texto completo (Wojcicki, 2019), repleto de anécdotas, ejemplos y datos que no podemos cubrir en su totalidad.
Vivimos en una crisis de desconfianza, y aunque podría escribirse un mar de tinta analizando las causas de este fenómeno, Esther opta por animarnos a lo contrario: a reforzar la confianza. Nos invita a confiar un poco más, a creer que la sociedad no es tan terrible como pensamos. Con datos estadísticos y respaldada por el gran Steven Pinker, desafía la creencia de que estamos viviendo los peores tiempos posibles. Como dijo Borges en su Nueva refutación del tiempo, “Le tocaron, como a todos los hombres, malos tiempos en que vivir”, pero la desconfianza extrema puede resultar un veneno para la construcción de sociedades sanas.
Confía en los niños; solo permitiéndoles poner a prueba sus capacidades y ayudándoles a descubrir y superar sus límites se puede fomentar su comodidad al intentar cosas nuevas. Esther comparte ejemplos radicales, como dejar que sus nietos hagan las compras solos. Pocas cosas empoderan tanto a un niño como saber que alguien confía en él.
Y claro, la clave de todo es confiar en uno mismo. Los padres a menudo enfrentan crisis de "síndrome del impostor", sintiéndose abrumados, pero dudar de nuestras propias capacidades es contagioso. Es saludable cuestionar nuestras creencias de vez en cuando, pero también necesitamos serenarnos y reconocer que hacemos lo mejor que podemos, comprometidos a mejorar día a día.
¿Dejarías que tu hijo hiciera la compra solo a los 10 años? ¿Te has cuestionado cómo esta experiencia puede influir en su construcción de confianza?
Aunque Wojcicki no menciona explícitamente el concepto, el adultocentrismo nos resonó muy fuerte en este apartado y decidimos mencionarlo. Este fenómeno se refiere a la tendencia de algunos adultos a ver a los niños como seres inferiores en una jerarquía social. Estas actitudes, a menudo internalizadas, desacreditan las capacidades infantiles y perpetúan prácticas anacrónicas.
Frente a esta perspectiva, Wojcicki propone un respeto absoluto hacia los niños, reconociéndolos como seres autónomos con sus propias personalidades, intereses y habilidades. Esto contrasta con la tendencia común de los padres de ver a sus hijos como extensiones de sí mismos. A menudo, los padres eligen los sueños y actividades de sus hijos, imponiendo expectativas que no resuenan con sus intereses.
Para Wojcicki, el respeto también implica establecer altos estándares sin imponer. No respetamos verdaderamente las habilidades de nuestros hijos si los consentimos, pero tampoco lo hacemos si los obligamos a destacar en áreas que no les interesan. La alta exigencia sólo resulta efectiva cuando los niños pueden involucrarse apasionadamente en lo que hacen. Debemos querer que triunfen en lo que ellos elijan, no en lo que nosotros seleccionemos.
El respeto genuino puede tener un impacto transformador. Incluso si un niño parece desorientado, el simple hecho de ser respetado por lo que es puede ser suficiente para guiarlo de regreso a su propio camino. Además, un niño que se siente respetado aprende a respetar; así, un niño respetuoso se convierte en un adulto respetuoso, y un adulto respetuoso construye una sociedad más respetuosa, creando un ciclo virtuoso.
¿Has notado cómo muchos adultos tratan a los niños de maneras que serían inaceptables entre adultos? ¿A qué crees que se debe esto? ¿Te has visto reflejado en esos comportamientos?
Un punto clave en este apartado es un encuentro que tuvo lugar en México, durante el festival "La Ciudad de las Ideas", entre Esther y Amy Chua. Aunque breve, el intercambio de ideas sobre independencia y disciplina en la crianza es valioso. Mientras Chua es conocida por su enfoque estricto, Esther defiende la importancia de la autonomía y la confianza en los hijos.
Otro aspecto relevante es el género. Esther subraya la necesidad de que los niños sean independientes, rompiendo con los paradigmas de tareas asignadas según el sexo. Debemos eliminar la idea de que ciertas tareas corresponden a esposas o esposos, buscando en cambio la autonomía y la formación de adultos plenamente funcionales. Solo se puede ser independiente cuando somos capaces, reconociendo nuestras habilidades, responsabilidades y retos.
Finalmente, es crucial la norma de la seguridad: los niños necesitan ser independientes, pero la tarea del adulto es asegurarse de que no se ponga en riesgo su integridad. Dentro de las pedagogías centradas en la liberación, es vital comprender esta línea. Permitirles experimentar y probar, pero acompañándolos y explicando los límites y riesgos de sus decisiones; al fin y al cabo, libertad implica responsabilidad.
¿Control o libertad? ¿Cuáles son los resultados de ambos métodos? Posiblemente ambos enfoques tengan sus ejemplos de éxito, pero para ti :¿Cuál es más efectivo para criar niños independientes, responsables y felices?
Este punto resuena profundamente con la filosofía de Radiz Géneris. La propuesta de romper con jerarquías rígidas en favor de modelos de ayuda mutua, donde cada individuo es plenamente respetado y puede colaborar según sus capacidades, se alinea con nuestros valores.
La idea de ser transparentes, como un mago que no engaña a su público, sino que lo involucra, le muestra cómo, por qué y para queé hizo lo que hizo, ser claros y comunicativos es clave. Los espectadores se convierten en parte activa del espectáculo. Abandonamos roles pasivos para convertirnos en agentes que pueden construir su propia realidad. Cada paciente, estudiante o espectador es, en cierto sentido, un maestro.
Esther enfatiza la importancia de escuchar las opiniones y acompañar en la toma de decisiones, dando a los niños (y también a los adultos) la oportunidad de hacerse responsables de su propio desempeño y de ayudar proactivamente a otros. Recordemos que los humanos hemos sobrevivido porque aprendimos a trabajar juntos.
¿No es cierto que la jerarquía en la familia puede limitar la voz de quienes más deberían ser escuchados? . Muchas veces escuchas al padre decir que "los hijos son lo más importante, entonces:
¿No deberíamos permitirles participar activamente en la construcción de su propia realidad familiar?
El último punto nos invita a practicar algo que puede parecer trivial, pero que es clave para el crecimiento y la transformación social: ser un poco más amables. Debemos preocuparnos por los demás y simplemente ser buenos.
Esther reconoce los retos que surgen al ser amables y sabe que el mundo puede ser hostil. Sin embargo, con los fundamentos que ha planteado, este desafío se vuelve más accesible. Hay evidencia de que la sociedad se está moviendo de la competitividad despiadada hacia la empatía y la solidaridad. La creciente adopción de habilidades blandas indica un interés por cultivar una humanidad más compasiva.
La simple palabra "gracias" se convierte en fundamental para el desarrollo saludable y feliz de la vida. La capacidad de gratitud, menciona Wojcicki, es una de las formas más importantes de amabilidad. Su enfoque, que enseña a sus hijas a expresar gratitud de manera automática y a vivirla conscientemente, es admirable.
Finalmente, debemos entender la importancia de que nos importe algo, de ser parte de algo más grande, y encontrar el propósito transformador que reside en cada uno de nosotros. Si la angustia nihilista ha dominado la era moderna, el antídoto seguramente pasa por encontrar nuestra propia línea. Seamos el cambio que queremos ver en el mundo.
¿Qué pasaría si cada acto de amabilidad que realizamos se multiplicara en nuestro entorno? ¿Podría esto ser un antídoto contra la hostilidad que a menudo percibimos? Sé un poco más amable con tigo mismo, sé un poco más amable con los demás y el mundo será un poco mejor
Aunque ya se ha mencionado, es fundamental reiterar la importancia de sumergirse en el contenido completo del libro y escuchar atentamente a Esther. Su perspectiva única y su sabiduría son invaluables para quienes buscan un cambio significativo en sus vidas. Además, hay una variedad de videos disponibles en YouTube que incluyen conversaciones, entrevistas y conferencias donde Esther comparte su visión de manera accesible y conmovedora. Cada historia que narra no solo nos envuelve en un halo de empatía y comprensión, sino que también demuestra la relevancia de unos principios tan humanos que pueden transformar profundamente la sociedad.
Al explorar estos recursos, no solo nos enriquecemos personalmente, sino que también nos convertimos en agentes de cambio capaces de inspirar a otros a adoptar una mentalidad más amable y solidaria. En un mundo que a menudo parece estar marcado por la hostilidad, estas enseñanzas son un faro de esperanza que nos recuerda el poder que tenemos para influir positivamente en nuestro entorno.
Radiz Géneris: La raíz de lo esencial